Para regresar al sello editorial con el que Cassaday logró
un reconocimiento generalizado, Wildstorm, el dibujante escogió –y/ o le tocó,
según se mire- uno de esos proyectos que sólo aparecen unas pocas veces, y en
muchos casos sólo una vez, en la carrera de un profesional. Puede que resulte exagerado, pero pocas veces
el talento conjunto de dos autores ha logrado producir una obra de tal magnitud
como es Planetary. Casos como éste los hay en la historia gráfica, pero son
pocos y con nombres y apellidos muy reconocidos.
Después de leer todos los números publicados –ahora
recopilados por Norma Editorial en su magnífica edición Abslute Planetary- y de
llenar varias páginas con apuntes de todo tipo, he decidido dejar paso a
opiniones de personas más versadas que yo, las cuales aciertan, plenamente, con
la complicada definición de una obra con tal cantidad de matices como es
Planetary. Tres son las opiniones que he seleccionado y que considero que son
las que mejor logran dicha definición.
Imaginaos una agencia
de viajes con la que se pudiera contratar una gira de visita a todos los mitos
de la ficción del siglo XX. Excursiones para conocer de primera mano a los héroes,
criaturas y fantasmas que han dotado de vida los pulps, las películas y los
tebeos de la última centuria.
En un principio,
Planetary nos ofrece eso: un acercamiento oblicuo a los mitos de la ficción
pop. Doc Savage, los justicieros de novelitas de los 20 y 30, Godzilla, Mothra
y los monstruos de películas japonesas, los fantasmas orientales y los polis de
películas de acción hongkonesa, la ciencia-ficción de las revistas de la
primera mitad de siglo, los Cuatro Fantásticos, el increíble Hulk, los grandes
personajes del universo DC, John Constantine y toda la legión de Vertigo, las
pelis de ciencia-ficción de serie B de los años 50, los tebeos psicotrópicos de
Grant Invisibles Morrison...
Planetary lo toca
todo, y podríamos decir que todo lo deja sucio... porque pronto descubrimos que
cuando creíamos haber contratado un viaje de placer, en realidad ha sido la
agencia la que nos ha tendido una trampa, y obedece a intereses secretos que
ocultan una trama de profundidad insospechada.
Si Planetary fuese sólo
una sucesión de estampas revisionistas de mitos que ya conocemos, ya sería
interesante gracias a la capacidad que Ellis ha demostrado para tocar la fibra
sensible de esos mitos… Pero la inquietante subtrama que enlaza todo, ese aire
a Expediente-X, a conspiración, a paranoia y a que "todo es mentira"
que cada vez se hace más palpable a medida que avanza la colección, provoca una
lectura urgente, una ansiedad por recibir el siguiente número y devorarlo en
busca de alguna revelación que nos alivie de tanta tensión.
Trajano Bermúdez, en Volumen Dos #4.
Warren Ellis y John
Cassaday han manufacturado un inteligente ingenio a través del cual pueden
explotar las posibilidades de nuestra situación contemporánea, descrita más
arriba. Los héroes de su historia no son luchadores contra el crimen ni
guardianes globales, sino, por un golpe perfecto de inspiración, arqueólogos.
Gente que hurga bajo la superficie del mundo para saber de su pasado, sus
secretos y sus maravillas. En este caso, sin embargo, el mundo que se está
excavando no es nuestra esfera inmediata, a pesar de que nos resulta casi igual
de familiar. Estamos excavando un planeta que es nada más y nada menos que el
paisaje acumulado de casi un centenar de años de fantasía, de cómics.
Por suerte para un
escritor como Warren Ellis, en Planetary tiene como cómplice el talento
opalescente de John Cassaday, un artista capaz de ofrecer unas vistas, trajes y
construcciones asombrosamente imaginativas, a través de una línea que combina
la fuerza con una delicadeza casi etérea. Cassaday parece sumido en una
rivalidad dinámica con el guionista, donde cada uno intenta superar al otro con
un nuevo y asombroso concepto, con la plasmación de una idea que nos llevará
más allá de la frontera, hasta el territorio de lo que nunca antes había sido
concebido. El resultado final es una extraordinaria obra de ciencia ficción.
Alan Moore en el primer tomo recopilatorio de Planetary
Planetary me
obsesiona.
Me obsesiona como una
película de ciencia ficción oscura y de bajo presupuesto de los años cincuenta,
vista en un televisor en blanco y negro cuando todavía eran demasiado pequeños
como para poder afrontarlas.
Me obsesiona como una
de esas historias cortas y visionarias publicadas en revistas de formato
bolsillo con palabras como “Amazing”, “Astounding” o “Asimov” en la portada.
Como una clase de Historia tan buena que por un momento te das cuenta de que
hubo gente que vivió esas cosas, y que te encuentras junto a ellos.
Como un western de
Leone. Como James Bond, si de verdad fuera tan bueno como lo recordamos.
El amor por Ellis por
la literatura y la historia, filtrado a través de su propia y extraña visión,
le sitúa junto a su contemporáneo Alan Moore en algo más que en la calidad. Lo
que les diferencia es que, mientras las páginas de Moore rebosan de información
visual y sus viñetas están llenas de una explosión de vida y saber, Ellis nos
ofrece un encuentre más espartano, más
cinematográfico. Se toma su tiempo. Espera.
Y entonces, las
hormigas gigantes… O el cohete, el pozo de fantasmas, el trazo de hielo sobre
la hierba de un parque. Su sentido del ritmo, del espacio, es verdaderamente
épico.
En esto le ayuda el
extraordinario John Cassaday. Capaz de un detallismo extremo, sin embargo nunca
da más información de la necesaria en ese momento, Cassaday es el complemento
perfecto para la visión de Ellis.
Es evidente que Ellis
quiere que las imágenes cuenten su historia (otro arte casi perdido en los
cómics), y Cassaday nos recompensa con panoramas que quitan el aliento,
alternados con momentos de humanidad, calmados y ácidos. Nos mete en bóvedas
alienígenas gigantes y estamos ALLÍ. Nos acerca a momentos de asombrosa
violencia y estamos ALLÍ. Lo captura todo. Y, además, Jakita Wagner: como un
tren.
Joss Whedon en el primer tomo recopilatorio de Planetary
Sinceramente creo que los tres autores, Moore y Whedon de
una manera más visceral, y Trajano Bermúdez desde la óptica del estudioso del
mundo gráfico, desmenuzan las interioridades de una obra que no para de crecer,
desde el primer momento.
Lo único que añadiría serían otras influencias, muy
presentes en la obra, como pudieran ser la obra de Julio Verne, Edgar Rice Borroughs, Bram Stoker y sir
Arthur Conan Doyle –con mención directa al Nautilus del capitán Nemo, el viaje
a la Luna, Tarzán, Pellucidar y John Carter, Drácula o Sherlock Holmes- además
de personajes como The Shadow y The Spirit del maestro con mayúsculas Will
Eisner.
No se me escapa que una reunión de personajes con unas
características tan definidas también podrían enlazar con una serie como The league of extraordinary Gentleman,
escrita por Alan Moore aunque de ellos hablaremos en otra columna.
Volviendo a la serie en cuestión, en Planetary también son
palpables grandes acontecimientos reales sociales del pasado siglo XX como la fueran
la guerra fría, la caza de brujas y el miedo nuclear, o una despiadada crítica
a los años del gobierno conservador de la Primera Ministra británica, Margaret
Thatcher y el presidente de los EEUU en esos mismos momentos, Ronald Reagan.
Sin embargo y a pesar de lo atractivo de todo el
planteamiento, lo cierto es que la colaboración entre John Cassaday y el
guionista Warren Ellis a punto estuvo de no llegar a buen puerto.
La primera opción de
colaboración entre Warren Ellis y yo surgió tras mi primera visita al ComiCon
de San Diego. Unos meses después de aquel encuentro me llamaron de Cavalier
Comics para ofrecerme hacer un cómic con tipo llamado Warren Ellis. Yo no sabía
quién era. Por aquella época estaba haciendo las portadas de Excalibur y otras
cosas y no tenía tiempo para nada más. Después nos propusieron conocernos y así
podríamos ver de qué se trataba el proyecto.
En principio la idea
era hacer varias miniseries –llegué a dibujar las primeras treinta páginas del
primero número-. Se trataba de un proyecto pequeño para Cavalier, de ésos en
los que no ganas mucho dinero, pero te interesa para poder tener, luego, algo
que presentar a los editores. Y al final decidimos no hacerlo y pasar a otras
cosas, pero nos gustó la experiencia de trabajar juntos. Warren quedó muy
impresionado con mi trabajo y estábamos esperando la oportunidad para poder
coincidir, de nuevo.
Tiempo después comencé
mi trabajo en Desperadoes y, aunque me
gustaba el trabajo, no quería encasillarme. Quería dibujar superhéroes y así se
lo dije a Warren, pero él estaba trabajando en otro tipo de historias
–criminales y dramas-. Aquello tampoco ayudaba a que lográsemos trabajar
juntos, pero yo no estaba dispuesto a dejarme vencer por el desaliento (risas)
Más o menos medio año
después lo llamé y me comentó una idea como Planetary. La propuesta me pareció
acertada y tenía suficiente de… emmm,… le puedes encontrar el punto medio entre
las historias de misterio que Warren quería escribir y tiene el elemento
superheroico que yo estaba buscando. La verdad es que no podía dejarlo escapar
y encima llegó en el momento oportuno. 1
Planetary está protagonizado por tres personajes principales
–además de la historia contemporánea del pasado siglo XX-. Dichos personajes
son Elijah Snow, Jakita Wagner y John Cassaday… perdón, quiero decir The
Drummer.
Los tres, dotados de súper poderes, conforman la columna
vertebral de la organización Planetary, aunque están supeditados a la
enigmática figura de El Cuarto Hombre Sólo sabemos que tiene más dinero que
dios. Y que financia todo lo que hacemos sin preguntar nada le cuenta Jakita a
Elijah Snow, cuando éste le pregunta qué se esconde detrás de unas siglas como
Planetary. Han transcurrido seis páginas y el relato arranca sin dejarnos
siquiera tomar aire.
Tras esto, Ellis nos
mostrará algunas de las cartas que conforman la serie –cuáles serán las claves
sobre las que se moverá la serie- mientras Cassaday no deja de sorprendernos
con sus dibujos, cada vez más detallados y espectaculares. Queda claro que,
tras el previo de la serie, publicado en las colecciones Gen 13 y C 23, en
septiembre del 1998 –más un poster promocional comercializado en los salones de
San Diego y Chicago, en ese mismo año- ambos artistas se pusieron manos a la
obra para no defraudar las expectativas de los aficionados, depositadas en la
nueva colección.
En tan sólo 24 páginas ambos artistas nos trasladan a un
universo poblado de referentes culturales populares y al concepto de una nueva
realidad –con forma de un brillante y atractivo copo de nieve teórico que
existe en un espacio de 196.833 dimensiones…El copo de nieve gira. El número
total de rotaciones es igual al número de átomos que constituyen la Tierra.
Cada rotación hace una nueva Tierra. Esto es el multiverso-. Apasionante,
atractivo, una puerta a lo desconocido y todo en menos de veinte páginas del
primer número.
No es de extrañar el subtítulo de la colección ARQUEÓLOGOS
DE LO DESCONOCIDO, el cual aparece en la primera de las portadas, en la que
también se encuentran los tres protagonistas y el atractivo logotipo diseñado
por Cassaday.
LOS DETALLES DEL PROYECTO
Cuando empezamos a
trabajar, Warren me dio una descripción de cada uno de los personajes. Por
ejemplo de Snow me dijo “lleva un traje blanco y tiene el pelo blanco”. No era
demasiada información, pero, a partir de ahí, me imaginé a Snow muy pálido y
con unos ojos negros, muy negros, ya que en los cómics o en las películas
siempre ves a tipos con el pelo y la piel muy blanca y con unos ojos muy azules
y brillantes.
Por eso mi interés en
ponerle unos ojos muy oscuros, para lograr el mayor contraste.
Otro elemento muy
importante, en la creación del personaje, es su relación con Jenny Sparks, protagonista
de la serie The Authority.
Ambos han nacido a
principios del siglo XX –el uno de enero de 1.900- aunque al principio no
estaba al tanto de dicha relación. Conocía la existencia de la serie
StormWatch, colección en la que aparecía el personaje por esas fechas, pero no
la leía. Más tarde, Warren me puso al día de la coincidencia en su fecha de
nacimiento y otros detalles de Snow y Sparks.
También está un
personaje como Ambrose Chase, el anterior tercer hombre de Planetary y que
aparece en el número nueve. Su aspecto es menos majestuoso que el de Snow, pero
mucho más atlético y decidido.
Con Jakita, lo que
Warren me sugirió sobre su aspecto estuvo relacionado con el traje, semejante a
la piel de un gato negro y yo le añadí las líneas rojas que recorren todo el
traje. Lo que no me gustaba es imaginármela sólo vestida con el traje negro.
Quería añadirle otros elementos y después le coloqué las rodilleras y coderas,
no tanto para su protección, sino para cuando tuviera que golpear a alguien.
En cuanto a The
Drummer, tuve más problemas a la hora de diseñarlo. En un principio lo imaginé calvo
y con grandes ojos cóncavos. Sin embargo, Warren no estaba muy seguro de ello,
por lo que hablamos varias veces sobre todo aquello, tratando de llegar a una
solución que nos convenciera a los dos. Al final logramos darle un aspecto que
nos gustó a ambos.
Warren quería ver cosas específicas en cada
uno de los personajes, pero yo tenía mucha manga ancha para poder
desarrollarlos. Al final los personajes son producto de mi imaginación, aunque
con el beneplácito de Warren. 1
Debo añadir, en relación con el personaje de The Drummer, y
de ahí mi “confusión” anterior, que su rostro y su mismo aspecto físico es muy
similar al propio Cassaday. Además, Cassaday es un gran aficionado a la música
–The Drummer significa, el batería- con lo que muy bien se le puede considerar
su “alter ego” gráfico. Y si no me creen, compárenlos y verán que sus parecidos
son más que razonables.
De todas formas, lo
mejor de una serie como Planetary –y el trabajar con un autor como Warren
Ellis, por añadidura- es que tengo la posibilidad de experimentar y dar rienda
suelta a mi creatividad. Por ejemplo, Warren me comenta una determinada
historia “En este número quiero que dibujes un cementerio lleno de personajes
(Planetary 6) de los años ochenta” y, a partir de esa idea, dibujo las páginas.
Me puede decir “Haz un personaje similar a John Constantine” y yo dibujo mi
versión de dicho personaje. Hago las cosas que quiero, pero contando con
Warren.
Lo que está claro es
que Warren es quien escribe la historia y luego yo la traduzco en imágenes. Si
tengo alguna idea acerca del guión, se lo comento y él puede añadirlas luego a
la narración final. 1
Un buen ejemplo de
ello es la viñeta que abre el número 11 de la colección. En ella, una
terrorista apodada “la Novia” –que recuerda a personajes como Madame Hydra- le
vuela la cabeza a un personaje vestido de negro y con unas señas de identidad
tan definitorias como un parche negro y un inconfundible cigarro puro, en el
año 1.969…¿Les suena de algo?
¡Aquello fue una idea mía! Supuestamente no
tenía que aparecer ningún Nick Furia, pero aquel número estaba protagonizado
por todos aquellos agentes tipo James Bond, con look de los años sesenta. En el
guión, la villana le volaba los sesos a uno de aquellos agentes, muy similares
a los de SHIELD, razón por la cual se me ocurrió añadirle al personaje el
parche y el puro entre los restos del cerebro. Lo mejor fue que mucha gente
supo verlo también.
El poder dar mi propia
versión de personajes como Los cuatro fantásticos, Superman, Wonder Woman,
Green Lantern o Capitán Marvel también supuso una de mis mejores experiencias
profesionales.
No obstante, hay
varios números de los cuales me siento especialmente orgulloso. Uno de ellos es
el número cinco, El buen doctor. Me encanta, porque trata de un personaje
totalmente basado en la estética “pulp”. De lo que me siento más orgulloso es
de haber logrado que algunas de las páginas de esta historia sean, literalmente
una novela “pulp”. Warren quería hacer algunas escenas como si fueran un
flash-back y yo le dije que las planteáramos como si fueran páginas de una
novela “pulp”.
Para mí era fácil
lograrlo, simplemente tenía que hacer las ilustraciones sobre un fondo color
sepia y añadir algún tipo de fuente antigua. Además, Warren hizo un gran
trabajo con la prosa, desarrollando un estilo que recuerda al que se utilizaba
en aquellas novelas baratas, pero tremendamente populares.
El otro número del que
me siento muy orgulloso es el décimo tercero –Century-. Lo hice con estilo de
lápiz muy diferente, que le da un aire a los relatos de los años veinte y
treinta, sobre todo a las películas de terror de la Universal. Encima, pude
dibujar a dos clásicos de la literatura universal como Sherlock Holmes y
Drácula, interactuando con Snow, con lo que la experiencia no pudo ser mejor. 1
Personalmente, destacaría tres números, aparte de los que
anteriormente comenta el propio Cassaday.
Por un lado están los números Puertos extraños (Planetary 4)
y Hark (Planetary 16) ambos
protagonizados por James Wilder y Ms. Hark, ésta digna heredera de Zhang Ziyi,
actriz protagonista de, entre otras, de la película Tigre y Dragón.
Los dibujos de Cassaday, en Hark, parecen coreografiados por
el director Zhang Yimou, incluyendo la estética que rodea a muchas de sus
películas.
La magia y la pérdida (Planetary 10) resume en sus páginas
alguna de las esencias mismas del universo DC, con todo el respeto del que los
autores son capaces, pero sin olvidar el espíritu trasgresor de Ellis.
En Planetary también
tuve la oportunidad de experimentar con distintas técnicas para lograr los
efectos que buscaba para algunas de las historias. En el tercer número,
“Pistoleros muertos” aparece un policía fantasma que busca venganza. Muchos
pensaron que el personaje estaba hecho por ordenador, pero no fue así. Dibujé
una página normal del cómic, en dos partes diferentes: la página normal y la
página sin el fantasma. De esa manera, el fondo y los personajes están
dirigidos hacia donde está el fantasma. Entonces cogí otra página y dibujé el
fantasma en tonos grises.
Después, con el
programa Photoshop, le quité el color y lo añadí a la página normal como una
transparencia. En la editorial WildStorm no lo entendieron al principio, pero
cuando lo expliqué, y vieron los resultados finales, les encantó. En el
Planetary número 22, Warren rinde un homenaje a un personaje como El llanero
solitario y debo admitir que volqué mi experiencia dibujando Desperadoes en
recrear la figura de John Leather. 1
Imagino que, llegados a este punto se preguntarán si una
serie como Planetary, tan llena de parabienes, buenas críticas y mejor ambiente
de trabajo entre sus dos responsables directos, tiene algún “lado oscuro”
recurriendo al símil cinematográfico.
Pues, sí, y uno de ellos sacó de quicio a buena parte de la
legión de seguidores que la serie ha cosechado desde su estreno.
En esta ocasión se trata de la falta de periodicidad que la
serie ha arrastrado desde los primeros meses de su publicación.
Originalmente los planes de Warren Ellis eran poder escribir
una narración dividida en 24 partes y de salida bimensual. Los cuatro primeros
números llegaron a las librerías especializadas, de manera continuada, durante
los meses de abril a julio de 1.999.
Las tres siguientes entregas cambiaron su cadencia de
salida, pasado a ser bimensuales. Durante los años 2.000 y 2.001 los siguientes
episodios de Planetary alternaron su llegada al mercado, pasando de ser
mensuales, bimensuales o trimestrales, según la agenda de los autores, cada vez
más llena.
El verdadero
problema llegó en octubre del año 2.001, momento en el que la serie se vería
interrumpida hasta… dos años después.
La causa principal estaba motivada, porque Ellis se
encontraba cada vez más ocupado, desarrollando otros proyectos como Ministry of
space, Global frecuency o su aclamada serie Transmetropolitan, situación que
acabó pagando la serie Planetary.
La conclusión final de todo, y después de que el propio
Ellis declarara que Planetary se había convertido en una serie de aparición a-periódica,
es que en tres años y medio, casi cuatro, sólo se llegaron a publicar un total
de diez números –el último con fecha de portada del diciembre del 2.006-,
además de tres especiales, uno de los cuales, el Batman/ Planetary estuvo a
cargo de Cassaday.
El primero de dichos números especiales fue el cruce entre
The authority/ Planetary, escrito por Ellis, pero dibujado por Phil Jiménez.
La verdad es que no quería dibujar el
crossover entre The authority y Planetary. Recuerdo que tenía tiempo para
hacerlo, pero creo que The authority tiene un estilo muy diferente y no me
acababa de convencer.
No me interpreten mal,
creo que The authority es un cómic genial, pero es un tipo de animal totalmente
distinto. Prefiero los cómics como Planetary, los cuales te hacen pensar. Te
obligan a leerlos, en busca del misterio que los recorre, pero que nunca sale a
la luz.
Además, Phil es un
buen dibujante y estaba convencido de que su trabajo merecería la pena.
En cambio, sí que
estaba interesado en hacer el crossover entre Batman y Planetary. La razón es
que yo he crecido leyendo a Batman y es como mi primer amor en el mundo de los
cómics. De ahí que estuviera tan ilusionado con dicho proyecto. 1
La historia del cruce entre los arqueólogos de Planetary y
Batman, escrita por Ellis -con mucha ayuda de Cassaday, seguro- es todo un
homenaje al personaje del cruzado de Gotham City y a algunos de sus más
recordados autores. De ahí que Cassaday aporte su personal interpretación de
los dibujos realizados por artistas como Bob Kane, Jerry Robinson, Carmine
Infantino, Dick Giordano, Neal Adams, Frank Miller y Alex Ross.
Ellis recurre a la escabrosa senda del crimen y la posterior
redención, todo en medio de un ambiente hostil, tal y como es la ciudad de
Gotham.
Batman/ Planetary se puede considerar como una pequeña enciclopedia
visual donde encontrar los diseños más definitorios del murciélago de Gotham -a
lo largo de los años- según los lápices de un heredero “natural” del legado de
los mencionados autores.
El tercer número especial protagonizado por los miembros de
Planetary se publicó en el año 2.002, dentro de la colección Elseworlds. Se
trata del Planetary/JLA: Terra oscura.
La serie Elseworlds se podía definir, según la propia
editorial de la siguiente manera: En
Elseworlds, hemos sacado a los héroes de sus ambientes naturales para
colocarlos en tiempos y lugares extraños, algunos de los cuales ya han
sucedido, y otros, en cambio, no deberían, o no podrían haber sucedido en la
realidad. El resultado de esto son historias con personajes que son la mar de
familiares, pero con un toque muy fresco.
Por ello, no es extraño que la historia se aparte de la
continuidad de la serie original aunque, al estar escrita por Ellis, mantiene
el espíritu del Planetary original.
Personalmente, me gustan más los dibujos de Phil Jiménez que
los de Jerry Ordway a la hora de reproducir a los personajes de la serie, en
ambos especiales, aunque cada uno tiene sus gustos.
Las últimas noticias, dejando a un lado los rumores propios
de la red, es que Ellis pensaba terminar la serie en el número 27, presumiblemente,
durante el año 2.007 aunque, hubo que esperar dos años más para ver el
desenlace de toda la historia.
Cierto es que dicha ansiedad se palío, en buena parte por la
publicación de números tales como Untitled, el cual dejaba atados muchos cabos
de la serie. No obstante, no es menos cierto que una serie como Planetary, que
posee tantos sub-tramas y argumentos, resultaba muy difícil ponerle un punto y
final, el cual contentara a todo el mundo.
Del trabajo de Cassaday, poco más que añadir a lo ya dicho
por el mismo y por las opiniones de quienes ejercieron de teloneros para esta
reseña salvo que de brillante, en los primeros números, pasa a sobresaliente en
las últimas entregas, y eso que cada vez estaba más solicitado, sobre todo como
portadista.
Brian Hitch, el espectacular dibujante a cargo de la serie
The Ultimates, apostilla con la verdadera grandeza del trabajo de Cassaday en
una serie como Planetary
Cassaday es increíble
a la hora de contarte una historia. Si lees los cómics que dibuja, es como
estar viendo una buena serie de televisión o una gran película. No sientes que
estás leyendo un cómic, sino que, por el contrario, estás allí, con los
personajes, estás inmerso en la trama. Y lo mejor de todo, siempre resulta
creíble y real.
Con la publicación por parte de Norma Editorial de la
versión definitiva de esta sensacional historia, se nos abre la puerta al deleite y el disfrute sensorial de una aventura como pocas se han visto en el
mundo gráfico, de manera completa y con una calidad de impresión y
presentación que tampoco es ya habitual, dentro del convulso y crítico mercado
editorial nacional.
ABSOLUTE PLANETARY
Autores: Warren Ellis (guión); John Cassaday (dibujo) y Laura Martín
(color)
Colección: WILDSTORM
Este volumen contiene: PLANETARY 1 y 2
(nº1-27 USA y LA HISTORIA “PRIMAVERA NUCLEAR”).
Formato: Cartoné con sobrecubierta
Tamaño: 20,5 x 31,3 cm.
Páginas: 664
Color: Color
ISBN: 978-84-679-0665-3
PVP: 49,50€
Notas:
1- 1-. Dolmen# 70. Enero 2002.
© John Cassaday por el dibujo de la
portada de la presente edición, 2013
© Norma Editorial por la edición española
de la obra, 2013.
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